Masaje Relajante

1. Ambiente preparado para la relajación: El tratamiento se lleva a cabo en una sala a temperatura agradable, con luz suave, música relajante y una atmósfera diseñada para desconectar del estrés cotidiano.
2. Uso de toallas calientes:Se colocan toallas previamente calentadas en áreas clave del cuerpo, como la espalda y los hombros, para calmar los músculos tensos, dilatar los poros y preparar la piel para el tratamiento.
3. Aplicación de aceites esenciales: Se selecciona una mezcla de aceites esenciales según las preferencias y necesidades del cliente. Estos aceites no solo proporcionan una hidratación profunda, sino que también ofrecen propiedades aromaterapéuticas que favorecen la relajación mental y emocional.
4. Masaje corporal completo: Utilizando técnicas de presión suave, deslizamientos largos y lentos, se trabaja en todo el cuerpo, desde los pies hasta la cabeza. Las maniobras se centran en zonas específicas de tensión, como el cuello, los hombros y la espalda, con movimientos rítmicos que promueven la circulación sanguínea y alivian la rigidez muscular.
5. Finalización con estiramientos suaves: El tratamiento concluye con estiramientos ligeros para aumentar la flexibilidad y aliviar cualquier tensión residual, dejando al cliente en un estado de profunda relajación. 

El masaje relajante es ideal para quienes buscan una pausa del ritmo acelerado de la vida, logrando una conexión entre cuerpo y mente a través de un cuidado profesional y delicado.