Radiofrecuencia Facial

1. Consulta inicial y evaluación de la piel: Antes de comenzar el tratamiento, se realiza una evaluación de la piel del rostro para determinar las áreas de flacidez, arrugas o líneas de expresión, y adaptar el tratamiento de radiofrecuencia a las necesidades específicas del cliente.
2. Detercion con leche, tonico y scrub, por preparar la piel al tratamiento
3. Aplicación de radiofrecuencia en las zonas específicas: Durante el tratamiento, se aplica un gel conductor en el rostro, seguido de la radiofrecuencia. Las ondas de radiofrecuencia calientan las capas profundas de la piel, estimulando la producción de colágeno y elastina, lo que promueve un efecto lifting natural y mejora la firmeza de la piel.
4. Reafirmación de zonas clave del rostro: El tratamiento se centra en áreas con mayor flacidez, como la frente, los pómulos, el contorno de los ojos y la mandíbula. A medida que se calienta la piel, se activa el proceso de regeneración del colágeno, lo que mejora su elasticidad y reduce las arrugas.
5. Estimulación de colágeno y elastina: La radiofrecuencia activa las células fibroblásticas, responsables de la producción de colágeno y elastina, promoviendo una piel más firme y joven a largo plazo.
6. Resultados graduales y visibles: Aunque los efectos pueden apreciarse desde las primeras sesiones, la mejora en la piel es progresiva, ya que el colágeno sigue regenerándose en las semanas posteriores al tratamiento. Se recomiendan entre 6 y 10 sesiones para obtener resultados óptimos y duraderos.
7. Sesiones de mantenimiento y cuidados posteriores: Después del tratamiento inicial, se pueden realizar sesiones de mantenimiento periódicas para prolongar los resultados. Además, se recomienda el uso de cremas hidratantes y protectores solares para mantener la piel nutrida y protegida.

El tratamiento de Radiofrecuencia Facial es ideal para quienes buscan un rejuvenecimiento facial no invasivo, con resultados visibles desde las primeras sesiones. Al mejorar la firmeza y elasticidad de la piel, este tratamiento proporciona un efecto lifting natural, dejando el rostro más joven, tonificado y revitalizado sin necesidad de cirugías o largos tiempos de recuperación.